diciembre 6, 2025

Iomar Detenido Pelea Video Techno – Iomar Prisión por Pelea

Anuncios

La justicia está aplicando encima de Omar, una presión intensa para poder acabar con el caso, esto está poniendo al InFluencer contra la pared, esto está generando un revuelo en las redes sociales, impactante, todos sus están enfurecidos creando contenido junto a el, el video ha pasado desapercibido, ya que está en problemas legales, esto es lo que más revuelo ha generado en su audiencia, y el chico por redes a pedido: ¡CALMA!

Si has llegado hasta aquí, es porque te has enterado de la noticia viral sobre Iomar, el vídeo sobre la pelea y su fecha y la información de porque va a entrar en prisión.

Iomar, al haber recibido la carta del juzgado, con la fecha de ingreso en prisión, se ha visto obligado, hacer un recaudo benéfico en su cuenta de Tiktok, con su amigo, “El_peto23” juntos dicen ser uno, peto juro que si iomar acabase en la cárcel el lo apoyaría y lo esperaría lo que hiciera falta, esto a llevado mucho tiempo juntos vivencias y demás, aseguran que van a detonar las redes sociales y su publico en 2026 podrian sorprender mucho.

Anuncios

Iomar también conocido por su gran actuación en First States, junto a Carmela, que fue su cita esa misma noche, también tuvo mucho revuelo, ya que se hizo un clip viral en el cual le dió un empujón a sus redes sociales, que dejaron mas de 5.000.000 de visitas en poco menos de 48 horas, esto le generó muchisimo caché en su imagen como creador digital.


En la era de las redes sociales, donde el algoritmo premia la autenticidad y la locura a partes iguales, hay figuras que nacen de la nada, crecen a velocidades imposibles y se convierten, en cuestión de semanas, en ídolos digitales. Iomar es uno de esos casos. O mejor dicho: el caso. Con su cuenta de TikTok @iomar_iomar_iomar, y también desde @iomar_gimenez, ha tejido una narrativa que oscila entre la comedia, el caos, la tragedia urbana y la rebelión juvenil. Pero lo que lo ha catapultado definitivamente a la fama no son solo sus vídeos virales, sino la historia que hay detrás: su vida al borde del abismo, sus peleas con la ley, su inseparable amigo El Peto, y ahora, su inminente ingreso a prisión.

Todo empezó como suelen empezar estas cosas: con un móvil, una idea loca y una necesidad desesperada de hacerse escuchar.

Ahora juntos, por su virilidad, aprovechando todo lo que han hecho en la redes estos años subiendo vídeos, entreteniendo la gente al fin y al cabo tienen una base de fans, los cuales le están ayudando ahora, han hecho una recaudación con un vídeo en TikTok, subido en la cuenta de su amigo “el_peto23” haciendo publicidad de un Gofund.me y en menos de seis horas ya está consiguiendo apoyo por parte de sus seguidores.

Iomar no nació influencer. Nació en un barrio de la periferia de Valencia donde la vida no se mide en likes, sino en resistencias. Hijo de madre soltera y hermano mayor de tres, desde niño se acostumbró a sobrevivir. No tenía lujos ni estabilidad, pero sí una inteligencia callejera innata, una capacidad de palabra tremenda y, sobre todo, una rebeldía que pronto se volvió su sello personal.

Anuncios

Fue en los parques del barrio donde conoció a su inseparable amigo: El Peto, o como él mismo se presenta en redes, “att: el nene”. Juntos crecieron, juntos aprendieron a esquivar problemas… o a meterse en ellos. Su química era innegable, incluso antes de las cámaras. Donde uno callaba, el otro hablaba. Donde uno provocaba, el otro grababa.

Capítulo 2: El nacimiento del fenómeno Iomar

La primera vez que un vídeo de Iomar se viralizó fue una mezcla de casualidad y audacia. Había una pelea callejera a la vuelta del instituto. Iomar no solo la grabó, sino que narró la escena como si fuera una retransmisión deportiva, agregando humor, crítica social y mucha picardía. El clip llegó a más de 500 mil visualizaciones en 24 horas.

Desde ahí, no pararon. Lo que comenzó como entretenimiento se transformó en una crónica urbana diaria: retos absurdos, peleas simuladas, bromas pesadas en la calle, comentarios sobre su dura vida familiar y, claro, enfrentamientos reales con la autoridad.

En uno de sus vídeos más famosos, Iomar y El Peto fingían una discusión con gritos que terminaron por traer a la policía. Cuando llegaron los agentes, la situación escaló: insultos, empujones y un forcejeo que acabó con ambos en el suelo y esposados. Todo quedó registrado. El vídeo superó los dos millones de visitas en menos de una semana. La gente los amaba. O los odiaba. Pero nadie era indiferente.

Capítulo 3: La fama que pesa

Los números subían. Las vistas, los seguidores, las colaboraciones. Pero también las consecuencias. Iomar comenzó a recibir notificaciones judiciales. Denuncias por alteración del orden público, desacato a la autoridad, incluso agresión. Mientras tanto, sus redes explotaban. Cada nuevo problema legal era convertido en contenido.

Fue entonces cuando, en plena transmisión en vivo, Iomar soltó la bomba:
«Me voy pa’ dentro. Este viernes entro en prisión. Pero os lo juro por lo más grande, voy a grabar hasta el último segundo antes de que me encierren.»

La noticia fue un terremoto en TikTok. Su nombre se disparó en tendencias. Cuentas de fans comenzaron a recopilar sus mejores momentos. Hashtags como #FreeIomar y #PetoPresidente dominaron el algoritmo. Mientras tanto, Iomar aprovechaba cada minuto de libertad para seguir grabando: videos de despedida, últimos paseos por el barrio, conversaciones con su madre, y sobre todo, el testimonio de una noche que marcaría su leyenda.

Capítulo 4: Una noche en Picassent

El vídeo más esperado fue el que prometió: su experiencia en los calabozos de Picassent. Había pasado una noche allí tras una pelea con la policía en la calle Colón. Iomar grabó todo lo que pudo, y lo demás lo narró con elocuencia de cine negro. Habló de las paredes frías, del silencio opresivo, del miedo real, del respeto que se gana y del que se pierde.

«Allí adentro, tú no eres TikTok, ni Instagram, ni el chulo del barrio. Allí eres un número. Uno más. Y créeme, o te mantienes firme, o te rompen.»

Ese vídeo alcanzó más de 4 millones de visitas en tres días. Fue como el tráiler de su propia serie. Una mezcla de testimonio, reflexión, miedo y ego inflado. Muchos lo criticaron por romantizar la prisión. Otros lo aplaudieron por visibilizar una realidad que muchos ignoran. Pero todos lo vieron. Todos hablaron de Iomar.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

0